Guía completa sobre la incapacidad laboral por distimia

Guía completa sobre la incapacidad laboral por distimia

Vivir con distimia es como llevar una mochila pesada cada día. Aunque por fuera parezca que todo sigue igual, por dentro sientes el cansancio, la desgana, la dificultad para concentrarte, y el trabajo, que de por sí puede ser exigente, se convierte en una montaña aún más alta.

Pues bien, este artículo es para ti, para quien vive con la distimia y se pregunta si esta condición puede ser reconocida como una incapacidad laboral. Te ofrecemos información precisa y pasos claros para que puedas tomar decisiones y buscar el apoyo que necesitas.

¿Qué es la distimia? Definición y características

La distimia, a menudo descrita como un trastorno depresivo persistente, es mucho más que un simple estado de tristeza pasajera. Se trata de una condición del estado de ánimo recurrente y continua que habitualmente es crónica, de baja intensidad, pero de larga duración, que se extiende por al menos dos años en adultos y un año en niños y adolescentes. La depresión recurrente o distimia es una de las muchas patologías mentales que dan lugar a pensión de incapacidad permanente.

A diferencia de la depresión mayor, donde los síntomas son intensos y episódicos, la distimia se caracteriza por una tristeza o irritabilidad casi constante, que puede llegar a sentirse como una parte intrínseca de la personalidad del individuo. Además, provoca un estado de pesimismo crónico, y a pesar de que no reviste la gravedad de la depresión mayor, podemos sufrirla en grados muy severos.

¿La distimia es incapacitante? Relación distimia e incapacidad laboral

La pregunta clave que muchas personas con distimia se hacen es si puede ser considerada incapacitante a nivel laboral. Y la respuesta es sí. Aunque no siempre se perciba como una enfermedad con la misma gravedad que otras condiciones médicas, el impacto constante y prolongado de la distimia en el estado de ánimo, la energía y la capacidad cognitiva puede dificultar seriamente el desempeño laboral. El trastorno distímico puede conllevar la concesión de incapacidad por depresión recurrente en grado total o absoluto.

Grados de incapacidad laboral por distimia

Al hablar de incapacidad por distimia, es importante entender que existen diferentes grados, cada uno con sus propios criterios y consecuencias. ¿Qué grado de discapacidad provoca la distimia? Dependerá de la severidad de sus síntomas y de cómo afectan a la persona para desempeñar su profesión habitual, o cualquier tipo de trabajo.

Incapacidad permanente total

La depresión recurrente es una de las enfermedades más comunes que provocan incapacidad para trabajar. Si se sufre en grado leve o moderado, estaremos ante una incapacidad permanente en grado total que nos incapacita para nuestra profesión habitual. Es decir, si la distimia que padecemos nos impide tomar decisiones en el trabajo, relacionarnos con fluidez y mínima elocuencia con el resto de compañeros, estaremos hablando de incapacidad permanente total. Este grado se reconoce cuando la distimia inhabilita al trabajador para su profesión habitual, pero puede dedicarse a otra diferente.

Incapacidad permanente absoluta

En cambio, si los sucesivos informes médicos acreditan un trastorno depresivo recurrente grave, estaremos ante una incapacidad permanente en grado absoluto para toda profesión. Se otorga cuando la distimia impide por completo al trabajador realizar cualquier tipo de profesión u oficio. Este grado se reserva para los casos más graves, donde los síntomas son tan incapacitantes que impiden cualquier actividad laboral, incluso las más livianas. Se deberán valorar las conclusiones médicas que tanto psicólogos como médicos psiquiatras incluyan en los informes de seguimiento continuado.

Si bien la distimia grave puede dar lugar a una incapacidad permanente absoluta, la depresión en general es una de las causas más comunes para este grado de incapacidad. Aquí puedes ampliar información sobre la incapacidad permanente por depresión.

Gran invalidez

Es el grado máximo de incapacidad y se concede cuando, además de la incapacidad permanente absoluta, el trabajador necesita la asistencia de otra persona para los actos más esenciales de la vida. Si bien es menos común que la distimia por sí sola lleve a este grado, podría darse en casos muy severos combinados con otras patologías.

Por tanto, es fundamental una evaluación médica exhaustiva para determinar el grado de incapacidad adecuado en cada caso particular de distimia, considerando la profesión habitual del trabajador y la intensidad de las limitaciones funcionales derivadas del trastorno.

Requisitos para solicitar incapacidad por distimia

Para solicitar y obtener una incapacidad permanente por distimia, es necesario cumplir una serie de requisitos, tanto de carácter general, aplicables a cualquier incapacidad, como específicos, relacionados con la propia condición de distimia.

Entre los requisitos generales, se encuentran estar afiliado y en alta en la Seguridad Social. Además, se exige un periodo mínimo de cotización previa, que varía según la edad y el tipo de incapacidad solicitada (contributiva o no contributiva). En cuanto a los requisitos específicos relacionados con la distimia, es fundamental demostrar que se padece esta enfermedad y que sus síntomas son lo suficientemente graves y persistentes como para generar una limitación funcional importante que impida o dificulte significativamente el desempeño laboral.

El proceso para solicitar una incapacidad laboral por distimia puede ser complejo y requiere de un conocimiento profundo tanto de la legislación como de los criterios médicos que se tienen en cuenta en estos casos. Por ello, contar con el apoyo de un abogado especializado en incapacidades laborales puede ser fundamental para aumentar tus posibilidades de éxito. Un abogado experto te asesorará desde el inicio, te ayudará a reunir la documentación necesaria, te representará ante el INSS y, en caso de denegación, te defenderá en la vía judicial, protegiendo tus derechos y buscando la mejor solución para tu situación.

Pruebas médicas para acreditar distimia

La acreditación de la distimia como causa de incapacidad laboral requiere una sólida base probatoria médica. No basta con alegar padecer distimia, sino que es imprescindible aportar documentación y pruebas que demuestren de forma fehaciente la existencia del trastorno, su gravedad y sus consecuencias limitantes para el trabajo.

En este sentido, los informes médicos juegan un papel fundamental. Deben incluir un diagnóstico claro de distimia, realizado por un profesional de la salud mental (psiquiatra o psicólogo clínico), siguiendo los criterios diagnósticos reconocidos (DSM-5 o CIE-10). Estos informes deben detallar la historia clínica del paciente, la evolución de la distimia a lo largo del tiempo, los tratamientos farmacológicos y psicoterapéuticos recibidos y la respuesta a los mismos. Es especialmente importante que los informes describan de manera precisa y objetiva los síntomas que presenta el paciente (estado de ánimo deprimido, fatiga, falta de concentración, etc), su intensidad, frecuencia y duración y cómo estos síntomas impactan en su vida diaria y laboral.

Charla con un profesional sobre distimia e incapacidad

Te ofrecemos una valiosa charla en video con un profesional experto en distimia y procesos de incapacidad laboral. En esta conversación, se profundiza en aspectos clave del trastorno, se responden preguntas frecuentes y se ofrecen consejos prácticos para entender mejor la relación entre la distimia y el ámbito laboral.

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